¿Dispuesto a vivir?

Vivir significa enfrentarse a la vida. Reir, discutir, sentir. Enfadarse y alegrarse. Opinar. Aceptar y rechazar. Vivir comprende un término base: luchar. Desear no morir. Querer seguir adelante siempre. Vivir significa querer vivir bien. No dejar que el tiempo pase y morir deprimido. Intentemos hacer que nuestra vida sea mejor. Hablemos... No sé, ¿de vivir?

martes, 24 de julio de 2012

Expectativas



Con el paso del tiempo todo cambia, nosotros cambiamos. Según avanza el mundo a nuestro alrededor nos vamos adaptando a las nuevas circunstancias y, con ello, modificamos nuestro comportamiento, nuestras expectativas, nuestros deseos.

Habitualmente los cambios en nuestro entorno suelen ser imperceptibles, otras veces suelen ser bruscos y modifican toda nuestra realidad de formas que ni imaginábamos. Sin embargo hay algo que cambia constantemente y que a cada segundo que pasa nos cambia a nosotros: el tiempo.
Según avanza el tiempo nosotros vamos evolucionando. No solo por los cambios físicos, como esas arrugas que pueden empezarnos a salir o esa primera cana tan puñetera que nunca esperábamos que apareciera. Inciso, no es mi caso, con eso de ser rubio creo que mis canas van a tardar en surgir si es que lo hacen, lo siento, seré tonto pero al menos tendré una cabellera perfecta.

Uno de los cambios más importantes que trae consigo el tiempo es el como observamos las cosas. Según avanza nuestra perspectiva de las cosas que suceden alrededor y como las percibimos varía. Hace un año podrías haberme preguntado que es lo que buscaba en la vida y os hubiera dicho sin temor a equivocarme que era el amor. Esa pasión desatada que te embriaga, esa unión hacia otra persona que la convierte en una necesidad tan importante como el respirar. Pero las cosas cambian, el tiempo avanza y como se modifica lo que hay a nuestro alrededor, nosotros también lo hacemos.

A día de hoy y en su mayor parte influenciado por las experiencias que me he visto obligado a pasar ya no busco el amor. Sé que algún día aparecerá, por eso de nunca perder la esperanza, pero no me preocupa. En alguna parte de este basto mundo hay alguien que nos complementa, por el camino vamos a encontrar a multitud de personas que quizás nos llenen en parte, ya sea en mayor o menos grado, pero que no son los elegidos. Conformarse está en nuestras manos, pero hacerlo, en mi opinión, es de una estupidez absoluta, puesto que te negarías a encontrar lo que realmente está preparado para ti.

No busco el amor, no espero enamorarme ni encontrar al hombre de mis sueños. Teóricamente ya he encontrado a esa persona dos veces, me equivocaba por supuesto, y por el camino he hallado multitud de gente que me llenaba de una forma u otra, pero que no eran esa persona, no eran la persona. Así que si alguien me pregunta que espero de la vida en este instante, la respuesta es sencilla: ser feliz.

martes, 3 de julio de 2012

De amigos y conocidos



Mi vida está en un momento extraño. Al parecer a mis veintidós años he llegado a crear una inaudita capacidad para vivir en lo anómalo. Ya sabéis lo que se dice, que realmente lo monótono aburre, sin embargo lo turbulento no se queda atrás, no por que aburra, al contrario pues nunca sabes que vas a encontrarte ese día, sin embargo asusta. No porque de miedo, si no por que llega un punto de que no eres capaz de prever nada de lo que vendrá a continuación.
Actualmente estoy en ese punto. Todas las experiencias que he tenido, demasiadas si realmente os interesa mi opinión no objetiva al respecto, me han llevado a este punto. Es un momento extraño de mi vida en el cual me doy cuenta de que he dejado a mi espalda valores no muy correctos con los que parecía que iba a tener que cargar el resto de mi existencia y, gracias a lo aprendido, he encontrado una nueva forma de afrontar las cosas.

La gente viene y va, como muchas veces he comentado, pensaba que era algo temporal pero no, me he dado cuenta de que todo el mundo tiene esa manía de en algún punto desaparecer. Las razones pueden ser diversas y no voy a analizarlas aquí y ahora, que estudio comunicación, no psicología, así que las explicaciones se las dejo a otro.
Una cosa que me ha quedado claro de todo ese mundo que está en constante cambio y que principalmente lo compone la gente de nuestro entorno es que en cualquier momento puede resquebrajarse. Aquellas personas a las que considerábamos amigos pueden alejarse de nuestras vidas con la misma facilidad con la que aparecieron. La lección que saco de esto es muy sencilla, todo viene y va, de hecho nosotros mismos antes o después pasaremos a ser esos individuos que vienen y van, yo lo he sido multitud de veces. Es por eso por lo que no hay que tener en cuenta las acciones, con lo que debemos quedarnos es con las lecciones que hemos aprendido de esas personas antes de que se alejaran.

Lo que somos y en qué nos convertiremos se basa principalmente en lo que nos enseñan, empezamos a ser enseñados por nuestra familia y terminamos evolucionando por la gente que está en nuestro entorno. Desmitificaré en este punto eso de que la familia no la eliges. Realmente y teniendo en cuenta los lazos sanguíneos no lo haces pero, siempre hay un pero, si es cierto que siempre tendrás más afinidad con ciertas personas que no tendrás con otras y las que mantienes más cerca, esas, son tu verdadera familia, de la que puedes estar orgulloso de formar parte de tu mundo, de tu experiencia y de tus lecciones.
Con los amigos sucede algo similar. Cuando alguien se va hay que aceptarlo de la forma más madura posible. No puedes obligar a nadie a quedarse en tu vida por lo que en el momento en el que eso sucede es cuando tenemos que detenernos y darnos cuenta de que tuvimos un error de semántica. No eran amigos, esa no era la palabra. Eran conocidos. Gente que pasa por tu vida, te enseña algo y se marcha por que, aun que no nos guste reconocerlo, cada individuo que transita nuestra vida en menor o mayor grado nos enseña algo.
Es por ello que a los amigos de verdad tenemos que cuidarlos. Quizás nos equivoquemos en algún punto de nuevo y alguien a quien consideramos amigo se marcha, pero mirad como son las cosas. A los conocidos que han ido, van, siguen viniendo y siguen marchándose no los puedo ni enumerar sin embargo, a mis amigos, amigos de verdad que con el paso del tiempo siguen ahí y los cuales no se molestarán cuando les llames a las tantas de la madrugada para dramatizar lo que te acaba de pasar… Bueno, a esos los cuento con los dedos de una mano y me sobran dedos.

La gente va y viene y no tenemos que tomárnoslo a mal cuando sucede, simplemente tenemos que avanzar. Aparecerá más gente, aparecerán más conocidos y, con suerte, entre ellos pueda aparecer un amigo de verdad y, si no, siempre nos quedarán esos que ya tenemos a nuestro lado.