¿Dispuesto a vivir?

Vivir significa enfrentarse a la vida. Reir, discutir, sentir. Enfadarse y alegrarse. Opinar. Aceptar y rechazar. Vivir comprende un término base: luchar. Desear no morir. Querer seguir adelante siempre. Vivir significa querer vivir bien. No dejar que el tiempo pase y morir deprimido. Intentemos hacer que nuestra vida sea mejor. Hablemos... No sé, ¿de vivir?

domingo, 27 de marzo de 2011

Tipologías del amor


No sé dónde leí que a cada persona le corresponden varios amores en su vida y que solo se puede amar a una persona al mismo tiempo. Es cierto que existe nuestra media naranja, pero tengo la teoría de que en el mundo hay, además de eso, algo más. Se puede amar a dos personas a la vez., pero solo dos, además debes de ser consciente que una prevalecerá sobre la otra. En el caso de elegir, no eliges, solo aceptas lo que el destino te ha ofrecido. Es aquí donde surge la teoría del amor verdadero y el amor eterno.

A lo largo de la vida vas a conocer a alguien que va a hacerte temblar, que te quitará el aliento y que solo el hecho de mirarle te quitará tanta vida como te la dará. Ésta persona sería tu amor eterno. Ha sido creado para ti en tanto que tú has sido creado para él. ¿Cuál es el problema? En su eternidad es para ti tanto como para alguien más, puesto vida solo hay una, pero la muerte es muy larga. Sería como una especie de mejor amigo, al cual sabes que amas pero que no puede llegar a ser nada más. Sería tu media naranja, esa persona que hace que estés bien solo con saber que está bien, no necesitas verla, no necesitas tocarla, solo saber que existe.

El caso es que la vida da vueltas y tu media naranja puede no aparecer, puede no necesitarte en ese momento, o puede no querer elegirte. ¿Significa entonces que te quedarás solo? No. Es en ese instante en el que surge el concepto de amor de tu vida. Es el que te va a acompañar a lo largo de los años. El que estará en momentos buenos y malos, al que amarás como al que más (pero siempre sintiendo que hay alguien a quien podrías amar todavía más), y con el que envejecerás, el que te dará placer carnal, el que te hará sentirte bien y te permitirá ser feliz.

Puede resultar una teoría extraña y no entenderse del todo. La pensé con quince años cuando creo conocí a mi amor eterno. Supongo que es una manera de intentar creer que nunca estaremos solos, una excusa para seguir buscando al amor de tu vida.

viernes, 18 de marzo de 2011

Lujuria


Todo ser humano tiene ciertas debilidades las cuales no puede controlar: algunos comen chocolate, otros escriben compulsivamente, ciertas personas cantan y luego, entre muchas otras cosas, está cierta mayoría en la que me incluyo la cual disfruta de lo más natural en este mundo, el vicio más divertido, el sexo.

De vez en cuando debemos dejar que nuestras más bajas pasiones y nuestros deseos más ocultos salgan a la luz y nos dominen. Permitir que la lujuria nos invada y abandonarnos a los placeres carnales. Reprimirse es bueno siempre que se haga con medida, de ahí el hecho de ser necesario, en ocasiones, de perderse en uno mismo y dejarse llevar.
En el caso del sexo todo depende de la importancia de la que se le dé a esa pequeña palabra de cuatro letras y de diversas significaciones. En mi caso el sexo es un juego, algo no difícil de conseguir a niveles de normalidad pero muy complicado de hallar la persona con la cual combines que te permita llevarlo a la excelencia. Sin embargo hay otras personas que tienen el sexo en un pedestal, elevado a la máxima potencia, impidiéndose el hecho de disfrutarlo por temor a equivocarse y hacerlo con una persona que no es adecuada. En mi opinión tanto mi postura como la de la gente que lo sobrevalora son igual de pésimas, aun que veo peor la suya, a fin de cuentas es solo sexo.
La lujuria es divertida, pero controlada. Cohibirse demasiado te impedirá disfrutar, mientras que liberarte en demasía hará que todo pierda el sentido, como me ha sucedido. E ahí mí problema, que se lo que es el sexo y lo que me aporta. Menos mal que descubrí lo que es el amor y lo que ese sentimiento le aporta a la pasión, porque para bien o para mal acostarse con alguien a quien quieres es muchísimo mejor y se disfruta más aún que lo haga peor que otros.

Supongo que esa es la cuestión que me trae de cabeza ahora, que tras saltar de cama en cama y ver lo que el amor sazona el sexo ahora ya no me sirve cualquiera. Puedo hacerlo, claro, pero como el que se come una onza de chocolate, el placer debe de ser similar a tirarse a un cualquiera. Así que nada, supongo que me toca esperar a que esa persona que me haga hacer el amor con la lujuria característica y con el sentimiento necesario aparezca. Aun qué últimamente no se que me pasa, podría acostarme con multitud de hombres atractivos pero no, estoy esperando a que alguien me de conversación. Al parecer en este instante de mi vida me da más placer saber que tantos quieren acostarse conmigo y casi ninguno lo hará pues me he vuelto accesible a muy pocos, de echo, ahora no soy accesible a ninguno. Cosas de esperar a alguien que merezca la pena.

En el fondo soy todo un romántico.

lunes, 7 de marzo de 2011

Cansado de no ser yo



Releyendo entradas pasadas me he dado cuenta de la cantidad de cosas que una persona puede prometerse y no cumplir. No me refiero a las promesas navideñas, que ilógicamente sí que realicé, si no a esas cosas que te prometes en momentos difíciles a sabiendas de que te hacen daño y necesitas madurar y evitarlas. El caso es que por una razón u otra, antes o después, las rompes.

La lista tiene un nombre más y otro “en proceso de”. Sé que dije que nunca volvería a utilizarla pero me engañé, la he utilizado pero con otra función. Al número 41 le apunté para convertir al 40 (mi ex) en un número más de la lista, y al número 42 o el que lo será en cuanto lo apunte, tiene la función de recordarme cuan bobo puedo ser aun que me repita que llevo las riendas.
Creo que la gracia de la lista ya no está en ser un contenedor de víctimas, si no que a partir de ahora va a ser una lista de experiencias. Ya no va a haber datos físicos de las nuevas personas, si no pequeños párrafos que haga que me acuerde de ellos en algún momento y me ría de mi propia gilipollez y de la suya, del surrealismo de mi vida y que me permita, dentro de veinte años, llamarme a mí mismo idiota cuando era más joven y tener pruebas irrefutables de ello para apoyarme.

Por unas razones o por otras la coraza permanece. Mi coraza para evitar daños, que me hacía más duro, me la quité, sí, pero puse otra. Otra coraza que me ha convertido en un completo hijo de puta con dosis de bordería e ironía en niveles apabullantes, con un falso ego atronador, y con un carácter fuerte totalmente falso. Por qué tristemente, todo es mentira, es parte de mi nueva coraza. El caso es que alguien de mi entorno me a echo replantearme todo esto de mi actitud. No basta con ir de guapo o de chulo, hay que creérselo, y en el momento en el que lo sepas ya no será necesario pecar de ego ni protegerse de nada. Así que sí, esta vez voy a abandonar mi coraza del todo pues he llegado a una conclusión clara, sin ser yo evito que me hagan daño, solo me lo hago yo, pero, a la vez que impido que me hieran impido que las personas me aporten cosas buenas. Si para ser feliz toca sufrir, supongo que tendré que permitirlo.

Supongo que de todo esto va el hecho de vivir, de cometer un fallo, repetirlo y finalmente intentar subsanarlo, volver a fallar, e intentarlo de nuevo hasta que cambie. No basta con saber lo que uno hace mal, sino un día encontrarte sabiendo que no te gusta hacer eso e intentar cambiarlo. Aunque estas dos simples cosas que voy a cambiar no sean tanto, en esto de volver a encontrarme es un principio, por que empiezo a echarme de menos. Creo que nadie es realmente consciente de lo complicado que resulta a veces vivir cuando piensas tanto y, sobre todo, lo complicado que resulta encontrar la felicidad tanto con alguien como con uno mismo.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Sonríe

Sonreír es una de las cosas que podemos hacer a lo largo del día para sentirnos mejor y, aún más importante, hacer que el resto de personas se sientan bien. Es como mínimo sorprendente que un gesto tan sencillo de realizar a primera vista tenga unas implicaciones psicológicas tan grandes.

El cómo nos dirigimos a otras personas es clave a la hora de desarrollar relaciones personales con ella, sin embargo, en la sonrisa como herramienta para comunicarse radica el problema. Sonreír no es fácil y la forma en que hagamos el gesto y cuando lo hagamos son clave. Sonreír todo el día podrá hacer que la gente no te tome en serio, mientras que si estás sin hacerlo la gente puede llegar a preocuparse por ti. He aquí la clave del tema: ¿Por qué cojones una sonrisa hace tanto? No puedo comprender por qué el hecho de sonreír es capaz de hacer que los temas más lúgubres sean apartados, que las preocupaciones más grandes se desvanezcan y que los malos momentos recuperen su luz perdida. Eh aquí cuando me planteo la cantidad de sonrisas falsas que una persona puede llegar a recibir al día y aún más gracioso, de enviar.

Sonreír es un acto de expresión de sentimientos que no debería de subestimarse. De nada sirve que te pases el día sonriendo y luego llegues a tu casa y te pongas a llorar. Mi día de hoy ha sido una completa mierda, he discutido con dos personas verbalmente, con dos más mentalmente, y me he quedado con ganas de discutir con otra pero, si se me hubiera ocurrido verbalizar estas tres últimas disputas, hubiera muerto, tranquilo, pero muerto. He sonreído en varias ocasiones, hasta que no he podido más y he acabado al volver a casa en el metro tirado en mi asiento con una desgana apabullante desahogándome con una psicóloga improvisada y sin sonrisa alguna en mi tez. Todo hubiera sido más fácil si no hubiera sonreído en todo el día para hacer que la gente se preocupara menos por mí, al menos habría espantado a alguien y me hubiera ahorrado discusiones. El hecho de fingir los verdaderos sentimientos es una traba a la hora de aguantar el día a día y mostrarte cómo eres es muy difícil cuando lo que quieres es que nadie te hable, ni amigos ni enemigos, nadie, estando tú y solo tú, pero supongo que en esto de aprender a vivir sin coraza hay un camino de aprendizaje bastante amplio que no he terminado de recorrer.

Aunque el hecho de alegrarles a otros el día sonriendo o devolviendo ese pequeño gesto sea importante, no podemos olvidarnos de la sonrisa que realmente hace que esa palabra tenga significado. Esa que te surge cuando estás solo, ya sea porque alguien te ha dicho algo o porque te ríes de cierta situación que te ha sucedido. La misma sonrisa que aparece al recordar algún momento realmente feliz o cuando ves tu cara en ciertas fotos. La sonrisa que uno se dedica a sí mismo, algo socarrona y ciertamente estúpida, pero ante todo, la sonrisa que hace que cualquier día de mierda termine bien.


P.D.: La primavera se acerca, así que iros tomando las pastillas para la alergía del polem que luego da asco ver tanto ojo rojo y tanta gente con moquera. Sí, alegremonos, la estación del amor está aquí. xD